Wednesday, June 28, 2006

REFLEXIONES ANTE LA CRISIS DE AGUA.

Un amigo me envío un correo electrónico donde comentaba que la guerra que se da hoy en Irak fue por el petróleo y me planteaba buscar mecanismos para evitar otra guerra futura por la crisis de la falta de agua. Como respuesta, con el mayor respeto y en pleno uso de la libertad de pensamiento expreso que esto es producto de la disociación de poder político y la filosofía moral. Cuando se dice que la política es la forma de ligar la defensa de los derechos individuales implica también la protección de lo social ante las amenazas de lo individual y si aceptamos esto podemos establecerlo como marco de referencia y a partir de ello iniciar el análisis moral. Si nos quedamos en uno de los dos extremismos quedamos desequilibrados en lo que a acción política compete y que no tendría sustento moral por falta de coherencia con el marco de referencia establecido. Luego, la política viene a ser la acción humana que no puede estar desligada de un análisis moral, es más los iniciados tenemos la necesidad de formarnos en aspectos de la filosofía moral desde el primer grado de la orden masónica. Luego, el estudio de la moral implica el estudio de la política, de sus consecuencias, sobre todo si se establece fuera de los márgenes de lo moral, y desde luego establecer los principios que sostienen éticamente su acción práctica. Lo que no es política partidaria.
En nuestras regulaciones se nos indica que no debemos discutir sobre religión ni política en logia abierta, pero a la vez se nos señala la necesidad de estudiar la filosofía moral. Siendo la política acciones en las relaciones humanas, pues no se puede actuar políticamente con uno mismo solamente, es justificable su inclusión en el estudio de la filosofía moral y que se denomina filosofía política.
Cuando el liberalismo ilustrado, del que formaron parte muchos hermanos masones, surgió para establecer un nuevo orden mundial, lo estableció basado en una defensa de la libertad individual, pero no solo eso sino también la igualdad entre los miembros de una comunidad, lo que implica principios de fraternidad y tolerancia con el "otro". No para evitar que el otro nos haga daño sino para aceptarlo como uno más dentro del marco así establecido, si no estoy en franco error conceptual.
Sin embargo, estos principios del liberalismo del siglo XVIII han sido reemplazado por principios ajenos, que hoy son aceptados como medios de defensa de los intereses del capitalismo, esto desde inicios del Siglo XX, me refiero al utilitarismo que entre otras cosas no se basa en criterios de libertad, igualdad y fraternidad, sino en términos propios de la tecnocracia, como eficacia, eficiencia, efectividad. Es decir el utilitarismo surge de la abducción señala por Aristóteles y revalidada por James y Pierce, teniendo como seguidores a Donalson, Quine, Hesse, Rorty y Margolis. Sus principios, que sostienen su actuación en la política, señalan que es verdadero todo aquello que permita alcanzar la meta fijada de antemano y falso todo aquello que lo impida. Esto origina una redefinición de los principios de la Ilustración así, tolerancia ya no es el acto de aceptar la presencia del otro en igualdad de condiciones sino el medio para indicar que tolero al que me permite alcanzar mi meta e intolerante con el que me lo impide; lo que implica que la búsqueda del bien común queda eliminado de la agenda social, y lo que vale es la defensa de la libertad individual, con lo que la política queda al servicio de las pasiones humanas personales y no de la razón social, lo que claramente es un manifiesto desequilibrio moral, que sin embargo, desde el marco de referencia utilitario es correcto, pertinente y valido. Esto indica algo más, la misma libertad hoy tiene un sentido utilitario, empleándola de acuerdo a la conveniencia contextual o rechazándola cuando las condiciones así lo exigen. La igualdad es valida mientras permita acceder a las metas y la fraternidad es posible siempre que me convenga para alcanzar la meta establecida de antemano.
Estas nuevas definiciones de los principios de la masonería especulativa, ya no basado en las concepciones del liberalismo original sino del capitalismo utilitario se han globalizado y originan que si estamos hablando de liberalismo, creamos que estamos hablando del liberalismo ilustrado cuando en realidad estamos hablando del liberalismo utilitario, que cuando estamos hablando de liberalismo político creamos que nos referimos a que la mayoría manda, cuando creamos que hablamos del liberalismo económico creemos que estamos hablando del desarrollo individual que lleve al desarrollo social y que cuando estemos hablando del liberalismo social cremos estar hablando del laicismo. Pero en realidad, el liberalismo al ser infiltrado por los principios del utilitarismo trastoca y así cuando hablemos de liberalismo político debemos entender que una minoría, que tiene el control económico, es la que manda en la esfera política, cuando hablemos de liberalismo económico debemos entender que no se tiene como meta el bien común ni que el desarrollo individual va originar el reparto social lo que implica que no tenemos igualdad de oportunidades y si se quiere avanzar no debemos ser solidarios sino egoístas y cuando hablemos de liberalismo social debemos entender que la fraternidad con el otro es para buscar un beneficio personal pero de ninguna manera debe ser entendido como contribución al desarrollo del otro.
Ahora bien la pregunta que surge de lo anterior es, si los masones operativos contribuyeron con el renacimiento y los masones especulativos contribuyeron con la ilustración, los masones del siglo XXI ¿cómo debemos contribuir para trasformar esta trasformación que se ha instaurado en el liberalismo ilustrado y que lo ha convertido en un liberalismo utilitario?, donde la política solo busca la protección individual y deja de lado el bien común. Los caminos son muchos, pero si aceptamos que todos los principios éticos son axiomas no validados a la luz de la ciencia, como lo dijera Maquiavelo, sino aceptaciones que pueden contribuir a la construcción de la humanidad, como lo expresarán los filósofos griegos, entonces podemos aceptar que existe la posibilidad de construir un mundo mejor, que se manifieste por una mejor concepción de la política, de la economía y de lo social sin dejar de lado la libertad individual, la igualdad y la fraternidad.
La tarea esta pendiente de iniciarse, y creo no equivocarme que muchos de nosotros aceptamos que es necesaria iniciarla, porque el utilitarismo administra justicia de acuerdo a conveniencia, con lo que los hombres ni somos iguales ante la ley natural, lo que es claramente contrario a la definición dada por el liberalismo original. Es hora de iniciar la construcción de una nueva filosofía que regule la acción humana, lo que implica que la actual acción de la política internacional debe ser evaluado a la luz de la moral masónica; porque muestra claros indicios de infiltración de otra concepción diferente a la original y que esta conduciendo a la reducción de la libertad, eliminación de la igualdad y presencia de fraternidad según conveniencia. Los masones rechazamos la pérdida de libertad individual, pero esto implica la defensa de la libertad individual de todos, de lo contrario no podríamos ser coherentes con la igualdad y la tolerancia que profesamos y no podríamos ser fraternos plena y libremente.
Otra posibilidad de análisis es la moral de la política de desarrollo científico y tecnológico, si aceptamos que la ciencia es un medio para conocer los mecanismos ocultos que regulan a la naturaleza entonces tenemos que aceptar que en la misma ciencia no hay explicación posible de la política que lo dirige, es en el plano de la dirección política del desarrollo científico y tecnológico donde se hace necesario el análisis masónico moral y que debería contribuir a dar respuestas claras a un sin número de interrogantes, de las cuales esbozo algunas preliminares, ¿para qué se establece una determinada dirección política del desarrollo científico y tecnológico? ¿Para el bien común o para el desarrollo individual? ¿Para la defensa de la libertad individual o para la dominación del otro? ¿Qué grado de igualdad ha contribuido la política de desarrollo científico y tecnológico? ¿El desarrollo científico y tecnológico contribuye a la construcción de una fraternidad más extendida y sólida? ¿En la política de desarrollo científico y tecnológico es necesaria la tolerancia con el "otro" o no debe ser incluida? ¿La filosofía de la ciencia ha contribuido al esclarecimiento de estos interrogantes o solo ha validado la metodología científica? ¿Es posible continuar el desarrollo científico y tecnológico al margen de una valoración moral de la política que lo dirige o es un asunto desdeñable de acuerdo al liberalismo utilitario?
Aceptando que no somos dogmáticos, ociosos ni cobardes creo que debemos filosofar para dar un giro a la acción utilitaria de la globalización vigente. Salvo mejor parecer.

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